- Fue un varón justo, y prudente, amigo y padre de todos, principalmente para sus sacerdotes
- Caritativo con los pobres a quienes dio muchas veces su propio alimento
- Fue humilde hasta extremo, nuca se le vio vanidoso ni soberbio, se vestía pobremente con sus sayal en jerga
- En las dificultades era paciente, sereno y profundo con valor para soportar
martes, 18 de junio de 2013
Virtudes
Conoce más
¿Cuándo se inició la causa del Proceso de Beatificación del Siervo de Dios Monseñor Alfonso María de la Cruz Sardinas?
Por su
vida de santidad de Monseñor Sardinas, apoyada en sus grandes virtudes, inició
la Causa del Proceso de Beatificación en la ciudad de Huánuco, uno
de sus sucesores Monseñor Ignacio Arbulú Pineda, el 5 de julio de 1964,
constituyendo el Tribunal Diocesano.
La
personalidad de Monseñor Fray Alfonso María de la Cruz Sardinas Zavala,
se recuerda de generación en generación, de padres a
hijos vienen transmitiéndose la virtud benéfica, que posee, como persona que ha
muerto en estado de gracia y en olor de santidad, y viene derramando a raudales
su intercesión ante Dios en bien de los fieles no solamente de Huanuco, sino
también de todos los que a él acuden pidiendo auxilios en sus necesidades..
Oración para pedir la Beatificación de Monseñor Sardinas
Oh Dios, que te complaces en exaltar a los humildes que sólo
en ti confían, te rogamos te dignes glorificar con el honor de los altares, a
tu siervo Alfonso María, que brilló por su humildad y espíritu de singular
penitencia, edificando a las almas con su ejemplar vida. Oh Jesús que nos
dijiste: “Pedid y recibiréis” te pedimos por intercesión de tu Siervo Alfonso
María, que tanto te amó, nos concedas la gracia que sean reconocidas de nuestro
padre fundador si es para mayor alabanza de tu Santísimo Nombre y bien de
nuestras almas. Amén
Frases
"QUE YO SEA DEFENDIDO POR TI, ¡OH VIRGEN!"
“Procuren mantener el
orden y la limpieza de los templos para el Culto Divino”
“Organicen los archivos
de los documentos de la Parroquia para
mantenerlos en buen estado y seguros”.
“Ordenamos así mismo
que el párroco tenga un libro de inventarios en el que se consignará
minuciosamente las cosas pertenecientes al culto divino como son vasos
sagrados, alhajas, ornamentos, etc.
Procurando tener este Libro en lugar seguro.”
“ La procesión del
Santísimo Sacramento debe hacerse absolutamente sola en los días permitidos con
exclusión de cualquier otra ceremonia que disminuya la suma reverencia que debe
tenerse a la Divina Majestad Sacramentada.”
“Mandamos también que
el Sr. Párroco no permita que en los adornos de los altares se empleen telas,
tules y otros adornos que puedan causar incendios, y no se malogren las molduras y columnas por
poner dichos adornos, y no usar ceras que humeen y manchen paredes y además”
“ Procuren en todo la mayor sencillez, sobriedad y
economía.”..
“ Una obligación
indispensable de los Párrocos es celebrar todos los Domingos y Días Festivos el Santo Sacrificio de la
Misa por la salud de la grey que le está encomendada, y es muy justo que todos
los feligreses asistan a ella...”
“Explicar el
Evangelio del día con palabras sencillas y claras, acomodadas a la capacidad
del auditorio, por lo menos por espacio de 15 minutos”
“Explicar el
Catecismo a los niños, los domingos a la hora conveniente por ser de suma
necesidad para el pueblo, bajo culpa grave a los que tienen cura de almas”
“En todas las
ciudades de la Diócesis hágase rezar el Rosario y terminada esta descubra el Santísimo
para cantarse el Trisagio; sin olvidarse de cantar la Salve en honor de la
Santísima Virgen los sábados en la noche”
“El parroco tenga la mayor diligencia en
cuidar a los enfermos en la confesión y demás auxilios espirituales, de no hacerlo así no sólo dará lugar a justas
quejas, sino que tendrá que dar estrechísima cuenta a Dios Nuestro Señor de
todas las almas que se perdiesen por su descuido en una obligación tan grave y
sagrada”.
“El mismo celo tenga
por fomentar la piedad y la vida sacramental con los sanos, facilitándoles
todos los medios que estén a su alcance para conservar la vida de la gracia en
los fieles.”
“Así mismo, mandamos que el Señor cura procure tener con llave a la puerta del
panteón a fin de evitar que los animales penetren al campo santo ó los
cadáveres sean desenterrados. Así mismo
mandamos, y por igual razón, que se levanten las murallas del panteón de Colpas
y se coloque una puerta con llave, con auxilio de las autoridades y de la
comunidad, pues es sensible considerar que los cadáveres de los que nos precedieron no tengan un asilo
conforme a nuestros sentimientos cristianos”
“ En las
dificultades...dar tiempo al tiempo....confiando plenamente en Dios”.
lunes, 17 de junio de 2013
Vocación Franciscana
Cuando el joven Fernando tenía 15 años de edad, decide vestir el sayal
franciscano, atraído por la misión que dieron los Padres franciscanos del
Convento de Ocopa, en la ciudad de Huánuco.
El Convento de Santa Rosa de Ocopa, fundado por Fray Francisco de
San José, el año 1725, está ubicado en la Provincia de Concepción en el
Departamento de Junín, en el Valle del Río Mantaro, entre Huancayo y Jauja,
hermoso Santuario de actividad misionera y de Formación de los Padres
Franciscanos, convento llamado “ Antigua mansión de la virtud, escuela de la
milicia de Cristo, rincón de soledad sagrada, Colegio misionero “ en donde
tantos esforzados varones aprendieron a vencer los vicios y a ganar las almas.
Los estudiantes debían cursar tres años de Filosofía, tres años de
Teología Dogmática y dos de Teología Moral. Durante la Filosofía se debía
estudiar, además, las clases suplementarias de Matemática, Geografía y Física.
Los Teólogos tenían clases de Historia Universal e Historia Eclesiástica, y los
Moralistas tenían clases de Sagrada Escritura y Oratoria Sagrada, también
estudiaban Derecho Canónico. Durante las vacaciones estudiaban la lengua
quechua.
La etapa de formación es muy importante para los jóvenes
misioneros franciscanos; es allí cuando, se acercan a los primeros
combates reñidos en la más crítica coyuntura, en los comienzos de la edad
juvenil, en que se decide la suerte del hombre, y de cuya orientación depende
el curso de la vida.
El joven Fernando, en el Convento de Ocopa, fue corista estudiante y
realizó sus estudios eclesiásticos tomando el nombre de Alfonso María de la
Cruz. Nunca desmintió su primera resolución; a pesar de que los misioneros de
Ocopa nada omitieron para probar su constancia. Conocedores ellos, de la
difícil causa que toma a su cuenta el ministro del Evangelio, que debe ser “sal
de la tierra, luz del mundo, depositario de la ciencia y centinela de la casa
de Israel “; y sabiendo que a quien mucho se le confía, mucho se le ha de
pedir, emplearon todos los medios para probar la bondad de su vocación. más
nuestro joven aspirante se mantuvo siempre en su puesto y colmó las esperanzas
de todos.
Fray Alfonso María de la Cruz se consagró irrevocablemente al total
servicio de Dios por la Profesión de los votos religiosos, el 18 de diciembre
de 1862 digno galardón de su constancia, después del año canónico de noviciado,
durante el cual dio clarísimas muestras de la verdad de su vocación a la vida
del claustro, dedicándose a ilustrar su espíritu, acompañando el ejercicio de
las virtudes religiosas con el estudio de las ciencias humanas y divinas que
aprovechó sobremanera, mereciendo recibir las órdenes menores y la
dignidad sacerdotal, previo examen ante el Venerable Discretorio, según
cartas firmadas por el R. P. Fray Pedro Gual, Comisario General dela Orden
Franciscana.
El sábado 1º de Septiembre de 1866 recibió la Tonsura y las Órdenes
Menores o Ministerios de: Ostiario, Lector, Exorcista y Acólito.
El Subdiaconado lo recibió el Domingo 2 de Septiembre de 1866 y el
Diaconado el Domingo 9 del mismo año y el Sagrado Orden del
Presbiterado el 03 de Marzo de 1867 en la ciudad de Lima, conferido por
el Excelentísimo Monseñor Manuel Teodoro del Valle, primer Obispo de
Huánuco.
Desde su ordenación sacerdotal, Fray Alfonso María se dedicó con
gran celo apostólico a los ejercicios propios del sacerdocio en el
Convento de Ocopa y pueblos de la Región central del Perú. Se adjunta las
cartas referentes a las Sagradas Ordenes.
Infancia y Adolescencia
Fray Alfonso María de la
Cruz Sardinas y Zavala, Fundador de la
Congregación de Religiosas Franciscanas de la
Inmaculada Concepción y Obispo de la
Diócesis de Huánuco, vio la luz del mundo el día 30 de
mayo de 1842,en el jirón 28 de julio Nº 700 en Huánuco, ciudad conocida con el
nombre de “Ciudad de los Caballeros de León”.
Sus padres fueron Don Manuel Sardinas de
nacionalidad española y Doña Manuela Zavala ,Huanuqueña, juntó así por igual
nuestro futuro Obispo Sardinas, en su persona, la sangre española y la
huanuqueña, hermanando en sus venas la riqueza espiritual proveniente de ambos
pueblos, fusionados en la misma fe que nos unen para llamar a Dios Padre
Nuestro.
1º de Junio de 1842,
a los dos días de nacido fue bautizado y ungido con óleo
y mirra en la
Iglesia “El Sagrario La
Merced ” de la ciudad de Huánuco, por el Padre Patricio
Trujillo, siendo su Padrino el Presbítero Doctor Antonio Telechea y los
testigos Don Juan Abarca y Don Silvestre Estela. Recibió en la
Pila Bautismal el nombre de Fernando. cambiado más tarde
por el de Alfonso al ingresar de religioso al Convento de Ocopa.
Perdió a sus padres a tierna edad, quedó bajo la
tutela de Don Isidro Soler quien le inculcó una sólida piedad y una tierna
devoción a la
Santísima Virgen. A pesar de los cuidados de sus parientes,
hubo de experimentar los efectos inevitables de la orfandad., entonces pudo
sentir y comprender de lleno, que para el corazón todo es
nada, si no se posee a Dios.
Ya adolescente de 15 años, su figura era esbelta,
alto de 1.71
m ., raza blanca, cara un tanto larga y bien proporcionada,
frente amplia, ojos grandes y azules, cabellos rubios, dientes blancos,
completos, y bien alineados, de finos modales, de fácil y elocuente
palabra; y como todo joven lleno de ilusiones e ideales y atento a la
Voluntad de Dios, como persona cristiana.
Historia
Fray Alfonso María de la Cruz Sardinas Zavala, nació en Huánuco-Perú el día 30 de Mayo de 1842, en el seno de una familia cristiana.
Sus padres, Don Manuel Sardinas y Doña Manuela Zavala, iluminados por la fe, lo bautizaron el 1° de Junio de 1842, con el nombre de Fernando.
Perdió a sus padres a tierna edad, y el niño creció bajo el cuidado de su tío Don Isidro Soler.
A los 15 años decidió ingresar al Convento de los Padres Franciscanos de Ocopa, atraído por la vida austera y sencilla de los misioneros franciscanos.
Después de concluir sus estudios religiosos y eclesiásticos realizó su Profesión Religiosa el 18 de Diciembre de 1862 y el 3 de Marzo 1867 recibió la Ordenación Sacerdotal, consagrando toda su vida al servicio de Dios.
El 15 de Febrero 1875, fue trasladado a Lima y nombrado Vicario, Bibliotecario y Escritor.
Se distinguió por su dedicación al confesionario, a la oración y a la misión apostólica. De preferencia consagraba sus desvelos a la gente desvalida. Extendió su labor misional a los pueblos de Huancayo, Lima, Ica, Ayacucho, Huancavelica y Huánuco, evangelizando con su elocuente y fervorosa palabra y con su vida austera, humilde y fraterna.
Fue Director Espiritual del Clero de Lima y Visitador de Comunidades religiosas por encargo de la Delegación Apostólica del Perú.
El 06 de Diciembre de 1883 fundó la Congregación de Religiosas Franciscanas de la Inmaculada Concepción, dedicada a la educación y obras de caridad, por inspiración divina recibida en las misiones franciscanas del pueblo de Sayán, cuando fue curado de una grave enfermedad por intercesión de María Inmaculada. Las cofundadoras fueron la Madre Clara Alvarez Salas y la Madre Rebeca Valdivia Paredes, primeras religiosas de la naciente Congregación.
El 12 de Agosto 1890 fue nombrado Obispo de Huánuco por su Santidad León XIII. El 11 de Enero 1891 recibió la consagración episcopal por su Excelencia Monseñor Manuel Antonio Bandini en la Catedral de Lima y tomó posesión de su Diócesis el 21 de Febrero 1891.
Como Obispo fue Padre, Pastor y amigo de todos, especialmente de sus sacerdotes, para quienes tenía el corazón tierno como el de una madre.
Realizó las Visitas Pastorales, como verdadero apóstol de Cristo, llevando el mensaje de salvación hasta los pueblos más lejanos de su Diócesis, que abarcaba los Departamento de Junín, Cerro de Pasco, y Huánuco.
Restauró y Construyó el Seminario y Templos de su Diócesis, adquirió numerosas fincas urbanas para sostener el Seminario y las obras de caridad.
Fundó colegios en Jauja, Huancayo, Cerro de Pasco y Huánuco.
Como buen hijo de San Francisco de Asís fue humilde hasta el extremo, su noble espíritu jamás dió cabida a la vanidad y soberbia, vestía pobremente, nunca dejó su zurcido sayal de jerga, fue frugal en su mesa, caritativo con los pobres a quienes dio muchas veces su propio alimento.
Hombre de oración y penitencia, vivió en la mayor pobreza. Sufrió con admirable paciencia los dolores de una llaga incurable en la pierna. Sobrellevó muchos obstáculos con serenidad y fortaleza, propios de un santo.
Ya inutilizado se hacía llevar en un cochecito a la Iglesia para visitar al Santísimo Sacramento, donde pasaba largas horas en oración y contemplación.
Se disciplinaba hasta derramar sangre. Antes de morir, hizo preparar su lecho en el pavimento para mortificación de su cuerpo y se entregó como oblación perfecta a la voluntad divina.
Murió en olor de santidad el 26 de Junio de 1902 en la ciudad de Huánuco, a los 60 años de edad.
Por su vida virtuosa y ejemplar, el 5 de Julio de 1964, Monseñor Ignacio Arbulú Pineda, Obispo de Huánuco, inició la Causa del Proceso de canonización de Monseñor Sardinas. Su tumba es muy visitada en la Catedral de Huánuco, se le tiene por santo y se le atribuye muchas gracias obtenidas por su intercesión.
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